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PRÓTESIS DE CADERA

Foto del escritor: Albert Ionut NicolescuAlbert Ionut Nicolescu

INTRODUCCIÓN


¿QUÉ ES Y CUANDO HACE FALTA?

No vamos a realizar una explicación de lo que es una cadera porque ya lo tenemos en posts anteriores, pero todos sabemos que los componentes que la forman pueden degenerarse gravemente y limitar su función. Ya sea después de un accidente, enfermedad o artrosis. Por lo que se considera el reemplazo articular como una de las principales opciones y esto consiste en la colocación de una prótesis de cadera para restaurar la movilidad y funcionalidad de la cadera afectada.


La prótesis de cadera es la sustitución total o parcial de la articulación o una extensión articular artificial de la cadera por causas degenerativas, traumáticas o por enfermedad.

Esta intervención se hace necesaria cuando la articulación coxofemoral natural está tan dañada o desgastada por cambios degenerativos, lesiones o enfermedades que el tratamiento conservador no promete una recuperación idónea. Algunas de las causas o indicaciones más frecuentes son:

  • Artrosis avanzada de cadera (coxartrosis).

  • Artritis reumatoide.

  • Fractura femoral (especialmente del cuello femoral).

  • Fractura acetabular.

  • Displasia o deformidad de la cadera.

  • Necrosis avascular femoral.

  • Tumores de cadera.

PARTES DE UNA PRÓTESIS DE CADERA
  1. Un vástago de metal o eje que está anclado en el eje femoral,

  2. Un componente de la cabeza femoral que se coloca como una cabeza esférica en el vástago de la prótesis implantada o en el fémur.

  3. Un componente acetabular o cotilo que está anclado en la pelvis.

  4. Un forro de plástico que está sobre el componente acetabular y en el que se desliza el componente de la cabeza femoral.

TIPOS DE PRÓTESIS

En función del tipo, grado de afectación, edad del paciente, calidad y salud del sistema óseo se seleccionará un tipo u otro de prótesis:


  1. Prótesis de resuperficialización (resurfacing): Se selecciona para las personas mayores, cuyo estado de salid general no permite una operación prolongada y que se han fracturado el cuello femoral. Su objetivo es reemplazar la región femoral fracturada y mantener la copa acetabular. La desventaja es que esta puede dañar el acetábulo cuando se somete a un gran estrés. Por lo tanto, solo estará indicada en adultos mayores con una libertad de movimiento restringida desde el principio.

  2. Prótesis total de cadera: Se selecciona cuando hay un daño articular importante ya que reemplaza por completo la cadera lesionada Esta prótesis está constituida por el componente acetabular que se inserta en la pelvis, el vástago que se inserta en el fémur y la cabeza femoral que se coloca en el eje de la cadera.

  3. Prótesis parcial de cadera: Se selecciona cuando hay fracturas femorales y enfermedades no degenerativas porque el acetábulo debe estar sano. Se parece a la anterior ya posee un vástago con un componente en la cabeza femoral pero la cabeza femoral se inserta directamente en el hueso de la pelvis.

  4. Prótesis de revisión: Se selecciona cuando las opciones anteriores producen desgaste o se afloja. Generalmente son de mayor diámetro e implica la colocación de otras piezas para adaptarse a unas proporciones articulares modificadas.

INCIDENCIA Y PREVALENCIA


La incidencia es bastante alta ya que más de 1 millón de artroplastias de cadera son realizadas cada año en los Estados Unidos y se estima que para 2030 la demanda de artroplastias aumente un 174%.

En España se ha estimado que aproximadamente en el 2017 se realizaron 113 artroplastias por cada 100.000 habitantes y se estima que cada año se colocan 35.000 en España. Además, su prevalencia es mayor en mujeres que en hombres y aumenta con la edad, con un 5,26% a los 80 años. Esta estimación corresponde a 2.5 millones de personas (1.4 millones de mujeres y 1.1 millones de hombres) con reemplazo total de cadera.


DURACIÓN Y RECOMENDACIONES

Como otros tipos de endoprótesis, la prótesis de cadera tiene una vida útil limitada. Se estima que, mediante una cirugía adecuada, la vida útil de la misma es de 15-20 años, incluso en algunos casos llegan a ser funcionales después de 25 años o más. Por lo tanto, aquellos pacientes mayores de 65 años tienen muy buenas perspectivas de no tener que experimentar un cambio de prótesis en sus vidas.

De esta manera, para asegurar una recuperación adecuada y prevenir la dislocación de la prótesis, serán necesarias algunas precauciones especiales, principalmente durante las primeras 6 semanas después de la cirugía:

  • No cruzar las piernas.

  • No flexionar las caderas más que un ángulo recto (90°).

  • No girar el pie excesivamente hacia adentro ni hacia afuera.

  • Usar una almohada entre las piernas durante la noche cuando duerma.

  • Evitar acostarse de lado, recomendado boca arriba.

  • Evitar agacharse para recoger algo del suelo.

  • No viajar en coche hasta cumplir la 6 semana.

PRONÓSTICO

En la mayoría de los casos, el pronóstico a corto y largo plazo es favorable tanto en jóvenes cómo en adultos mayores ya que los pacientes obtienen alivio del dolor y una movilidad mejorada en los primeros tres meses.

Pero la recuperación total de una prótesis de cadera generalmente se logra después de un año, aunque al principio pueda haber molestias musculares en la ingle.

 

TRATAMIENTO FISIOTERAPICO


FASE PRE-OPERATORIA

La fase pre-operataria es muy importante para garantizar una correcta recuperación posterior. Debido a la enfermedad y al dolor causantes del reemplazo articular, los músculos que abarcan la art. coxofemoral se debilitan, acortan e incluso se atrofian, lo que desmejora el proceso de recuperación posquirúrgica. Para evitarlo, se lleva a cabo principalmente un entrenamiento especializado tipo isométrico, enfocado en reducir la pérdida de masa y fuerza muscular a la espera de la intervención quirúrgica.

FASE POST-OPERATORIA

Como hemos dicho antes, hay varios tipos de prótesis en función de las necesidades de cada paciente y por lo tanto el tratamiento terapéutico realizado posterior a la cirugía varían según las características individuales del paciente, el tipo de intervención quirúrgica y el tipo de prótesis implantada. Esto hará que la comunicación con el personal médico y el fisioterapeuta sea de vital importancia para garantizar una óptima recuperación. Podemos dividir la recuperación en 3 fases:

  • Semana 1-2: Fase en la cual es importante el trabajo en camilla, cama o sin carga, aunque también introduciremos el ponerse de pie poco a poco con ayuda huma o de muletas en las primeras semanas, para evitar que los componentes protésicos se desplacen. Podemos introducir técnicas como:

    • Educación postural.

    • Ejercicios respiratorios.

    • Ejercicios de las extremidades superiores para estimular la función cardíaca.

    • Mantenimiento de la pierna no intervenida.

    • Drenaje linfático manual.

    • Ejercicios de fortalecimiento tipo isométricos de la pierna operada.

    • Ejercicios de progresión de traslado (acostado-sedente, sedente-bipedestación, bipedestación-marcha)

    • Reeducación de la marcha con ayudas ortopédicas (muletas, andadores).

    • Crioterapia.

    • Electroestimulación y electroanalgesia.

  • Semana 3-5: Después de dos o cuatro semanas los síntomas o molestias desaparecen por completo. Las muletas generalmente se seguirán utilizando para reeducar esa marcha, aunque cada vez iremos trabajando hacia la marcha sin apoyo con la ayuda del fisioterapeuta Para ello se indican ejercicios de fortalecimiento en cama y de pie con apoyo parcial. Algunos ejercicios que podemos hacer son:

    • Ejercicios de flexión de cadera, sin ayuda de bandas. Trata de levantar más la pierna y mantener la postura por cinco segundos.

    • De pie con la ayuda de una silla trata de elevar una pierna hacia delante y haz repeticiones cortas, sostenidas cuatro series de diez repeticiones.

    • De pie contra la pared extiende la cadera con la rodilla estirada y lleva hacia atrás el pie contrayendo el glúteo, inhala mientras sostienes la postura por tres segundos y baja lentamente mientras exhalas.

    • Acostado boca arriba con las rodillas flexionadas inhala mientras elevas la pelvis y contraes el glúteo mantén la postura tres segundos y baja lentamente mientras exhalas, haz diez repeticiones por cuatro series. Recuerda que las puntas de los pies deben mirar hacia delante.

  • Semana 6 en adelante: En este punto, la integración del material protésico se completa en gran medida por el tejido óseo que crece alrededor. Con el tiempo, la articulación se estabiliza a través del proceso de curación y la construcción muscular por lo que después de tres meses, el estrés deportivo es posible sin riesgos. Así que en esta fase, las intervenciones fisioterapéuticas se enfocan en:

    • Ganar amplitud articular.

    • Potenciar la fuerza y resistencia.

    • Promover el equilibrio y la estabilización.

 

EVIDENCIA CIENTÍFICA

Artículo 1

El primer artículo trata sobre el papel de la actividad física y la rehabilitación después de la artroplastia de cadera y rodilla en los ancianos. Este estudio demuestra que aunque la heterogeneidad de los protocolos de rehabilitación y las medidas de resultado no permiten sacar conclusiones definitivas, la mayoría de los estudios sugieren que los pacientes mayores de 65 años se benefician de protocolos mejorados de fisioterapia, terapia acuática y actividad física después de la artroplastia de rodilla y cadera. El efecto de la actividad física sobre la tasa de revisión de implantes y la supervivencia sigue siendo controvertido.


Artículo 2

El segundo artículo trata sobre la rehabilitación acelerada versus rehabilitación convencional en artroplastia total de cadera (ARTHA): ensayo clínico aleatorizado doble ciego. Se llegó a la conclusión de que la rehabilitación acelerada, como la realizada en el ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, conduce, en una evaluación de tiempo de seguimiento corto (fecha de alta hospitalaria), a una disminución de la estancia hospitalaria, inicio temprano del entrenamiento de la marcha y aumento de la fuerza de algunos músculos de la cadera. Se cree que el enfoque acelerado defendido del estudio para la prótesis total de cadera postoperatoria debe fomentarse debido a sus primeros resultados positivos y beneficios para el paciente, así como a la fácil aplicación del protocolo por parte de los fisioterapeutas.


Artículo 3

El tercer artículo trata sobre la evaluación de las intervenciones de ejercicio y los resultados después de la artroplastia de cadera. En conclusión encontramos que hay una evidencia de certeza muy baja a moderada de que las intervenciones de ejercicios posoperatorios supervisados ​​en tierra no se asociaron con un beneficio en comparación con la atención habitual o ninguna intervención/intervención mínima para la función autoinformada y la fuerza de la cadera después de la artroplastia de cadera. También hubo muy poca certeza de que las diferentes formas de entrenamiento con ejercicios se asociaran con mejores resultados en comparación entre sí. Además, hubo evidencia de calidad muy baja de que los programas de ejercicios preoperatorios no se asociaron con mejores resultados que la atención habitual o ninguna intervención o una intervención mínima para la función física autoinformada y evidencia de calidad moderada de la falta de asociación con la estancia hospitalaria.


Artículo 4

El cuarto artículo trata sobre la declaración de consenso para la atención postperatoria en la cirugía de reemplazo total de cadera y reemplazo total de rodilla: recomendaciones de la sociedad de recuperación mejorada después de la cirugía (ERAS ®). Las mejores prácticas incluyen la optimización de la educación preoperatoria del paciente, la técnica anestésica y la estrategia de transfusión, en combinación con un enfoque analgésico multimodal ahorrador de opioides y movilización temprana. El artículo nos demuestra que no hay pruebas suficientes para recomendar que una técnica quirúrgica (tipo de abordaje, uso de una técnica mínimamente invasiva, elección de prótesis o uso de cirugía asistida por computadora) sobre otra afecte de forma independiente el logro de los criterios de alta.


Artículo 5

El quinto artículo trata sobre los efectos del equilibrio y el entrenamiento propioceptivo en la rehabilitación de reemplazo total de cadera y rodilla: una revisión sistemática y metanálisis. Nos habla sobre los entrenamientos de equilibrio y propioceptivos. Dice que son un complemento conveniente a la atención de fisioterapia convencional para producir un impacto en el equilibrio y la funcionalidad después del reemplazo total de rodilla. Pero recomienda que sería interesante realizar más investigaciones manteniendo un patrón homogéneo con un excelente diseño de método para confirmar o descartar finalmente la evidencia actual, predominantemente en cuanto a los efectos sobre las caderas y los producidos por las intervenciones preoperatorias.


Artículo 6

El sexto artículo trata sobre la rehabilitación después del reemplazo total de la articulación: un estudio de alcance. La rehabilitación después del reemplazo total de cadera o el reemplazo total de rodilla, ya sea realizada en el consultorio o monitoreada en el hogar, parece beneficiosa, pero el tipo, la intensidad y la duración de las intervenciones no parecen estar asociados de manera constante con los resultados. La carga de las comorbilidades puede predecir mejor los resultados de la rehabilitación. El seguimiento del progreso y la atención terapéutica parecen importantes; sin embargo, la investigación disponible proporciona una guía limitada con respecto a quién se beneficiaría más del seguimiento a distancia versus una intervención más intensiva, o la intensidad óptima del seguimiento necesario para lograr ganancias después del reemplazo total de cadera y el reemplazo total de rodilla. Se necesita más trabajo que explore los componentes clave (p. ej., intensidad, frecuencia y duración) del seguimiento y la atención terapéutica utilizando una gama más amplia de métodos de estudio y una elección más consistente de resultados y medidas de resultado.

 

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